(A)

Cuando me canso de mí.
Cuando me canso de mí, llegás vos y empezás a zumbarme en el oído.
Cuando me canso de mí, es cuando me dejo de convencer que hay alguien esperando por mí.
Cuando me canso, así deliberadamente y sin preguntas, le gente me mira absorta. (¿ Se preguntan sobre mi cordura?)
Porque sí, me canso de mí. Y quisiera poder mutar de este conjunto de huesos cosidos. Pero se ve que no tengo escapatoria, porque de pronto ya no me siento cansada y me quedo acá, en este mismo cuerpo.
Y cuando me canso así, porque las cuentas no me cierran, ya no soy yo. Y me escribo a mí, o mejor dicho a mí otra parte. Que tampoco puedo encontrar fácilmente, y cuando lo hago puede suceder que me canse rápido y quiera esta vez sí, escapar y empiece a ser la de los otros. La de siempre.
Cuando me canso de mí, es cuando el consumo me consume y las hojas se acabaron junto a los árboles.
Cuando me canso de míi, es cuando las preguntas se cansaron de dudar y esto ya no sirve tampoco.

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