presion y sueño

Anoche dentro de la realidad enumerada en que vivo, empezó a bajarme la presión. Rodando, poco a poco se caía al piso, y yo en el colectivo.
Pronto llegué a ese conjunto de cuatro de paredes que por suerte abandonaré con mi bolso hormiguero. Prendí la luz sólo para encontrarme con la cara destrozada de dormido de mi hermano (no supe que era peor...). Sin seguir reparando en él, atiné a la Coca de la heladera y un pedazo de tarta.
Comí como si nunca hubiese comido un bocado, y de pronto me di cuenta cuan poco disfrutamos el arte de comer y de la comida misma. Desplomada en mi sofa, quedé de cama.
A los 20 minutos estaba lista para dormir. Supuestamente recuperada de mi pulso alocado y mi blancura, eran las 22.20 cuando ya estaba completamente metida en mi cama.
De pronto, sentí como si la noche pasara por sobre mí durante mi sueño. Un llamado desorientador me despertó y me dejó perdida en mi propia almohada. Habrán pasado dos horas y mi cabeza empezó a dar giros en sentido incierto y vanamente, buscando las certezas que perdí durante el día. Volvió a acostarse y se metió en un pozo ciego que terminó en un sueño profundo sobre la ex de mi chico y su supuesta belleza...será que el miedo a su belleza interna me aterra? será que el horror del despido funciona en mi a través de representaciones oníricas que rozan lo real; a no ser que sean parte de esa realidad mía. La otra, la que a veces no me animo a vivir.
Y asi, me desperté con los ojos llenos de cafeina tras tantas horas desconocidas, tras tantas horas dormidas (o despierta).

2 Hacechos:

Muy Lindos tus escritos, de blog en blog encontre el tuyo.

Gracias por tus palabras Wendy.

Un abrazo cuidate!!

Nicolas.

lunes, 22 octubre, 2007  

Aunque dificil historia la que contas, me termino atrapando... me gusta como escribis nenaaa.
Te quiero

RULO

miércoles, 21 noviembre, 2007  

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