Hoy empieza otro 26 de enero, pero de otro año. Y sin embargo, no es siempre el mismo.
Días como los de hoy en los que me siento impotente frente al mundo que me toca vivir, no se qué escribir ni cómo. Mi cabeza es un accidente en Panamerica a la hora pico que no sabe si me correspondía el paso o si era la motociclista que salió sin casco.
Hay días, como hoy, que no se nada. Que la teoría del ‘superyo’ deja de funcionar por unas 24 hs, si con suerte a la noche como postre. Y empiezo a correr; calles desconocidas de una ciudad que no me pertenece, hombres que me miran y otros que observan para seguirme, perros que no me interesan si ladran o no porque yo corro. Sin mirar, sin detenerme. No hay jefe que valga ni futuro que haya que construir, porque estoy yendo, en este precioso instante, hacia él. Me niego a parar, no quiero parar, no puedo parar. Y mientras sigo corriendo las teclas se borran, otros me hablan y suena el teléfono: “Figuella, buen día habla Lucila…”

2 Hacechos:

Ser es un instante, es aquí y ahora.
Lo demás es solo un magma confuso de potencialidados que no son .

Se trata de ir, ni siquiera de avanzar o de retroceder porque no hay caminos que puedan medir el espacio ni el tiempo más que aquí y ahora.

Bievenida al laberinto! aunque no te des cuenta, todo este tiempo estuviste escribiendo.

Salud!

jueves, 29 enero, 2009  

Gracias por pazarte, me pazee!!

askñjkñsajd

JAja re flogger me salió, ah re!

Che vos estas también más tranquila, será que estamos más grandes y nos hacemos menos problemas por boludeces. No había notado eso de que estoy más tranquilo, pero tenés razón, será que ya quiero terminar esta carrera ja



Salud!

miércoles, 31 marzo, 2010  

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